Si tu vida fuera la historia de una película, tú no sólo serías el protagonista sino también el guionista. Cada decisión que tomas te lleva a la siguiente escena. Algunas veces escribes situaciones cotidianas y otras escribes aspectos trascendentales que cambian tu relato para siempre.
Durante 20 años trabajé en el mundo del cine y de la fotografía, en distintos países y con variados equipos de alto rendimiento, donde todo ocurría de forma muy rápida, con bastante presión. Tras esto di un giro a mi historia y me formé como Life Coach y Coach Organizacional. En este nuevo capítulo en mi vida, llevo ocho años acompañando a diversas personas y organizaciones en el área de Bienestar, lo que me provoca una enorme alegría y vitalidad.
“La mayoría de las veces estamos en piloto automático, sumidos en el ritmo acelerado del día a día y ni siquiera elegimos cómo va a ser ese día, sólo nos dejamos llevar”.
Es un espacio donde junt@s podemos intentar identificar las luces y sombras de nuestras vidas, los filtros que usamos para mirarla y el “plot twist” que requerimos forzar para tomar el control de nuestro propio guión. Y para comenzar por este camino lo primero sería preguntarnos: ¿Somos protagonistas o personajes secundarios de nuestra vida?
En este recorrido me di cuenta de que el cine y el coaching están bastante relacionados. En el cine contamos historias y en el coaching escuchamos historias. En el cine creamos ficciones a través de guiones y como coaches acompañamos a las personas y a las organizaciones a cambiar sus guiones.
Las metáforas cinematográficas nos pueden ayudar a abrir conversaciones como las que busco abrir en mi Programa de Crecimiento y Liderazgo Personal llamado “Dirige tu Vida”, que hoy comparto en Abra, Laboratorio de Aprendizaje.
Este cuestionamiento nos invita a auto observarnos para reconectar con la persona que verdaderamente queremos SER y vivir desde la autenticidad, en un mundo que corre y cambia a gran velocidad, donde dejamos muy poco espacio para conectar con nosotros.
Porque reflexionar en torno a cosas sencillas (¿A qué persona quiero ver que no he visto hace tiempo? ¿Qué hobby me gustaría retomar?), y tener reflexiones de mayor profundidad (¿Quién soy yo hoy? ¿Qué necesito transformar? ¿Qué me gustaría hacer que no estoy haciendo?), nos permite pasar de una vida de Bientener a una vida de Bienestar.
La mayoría de las veces estamos en piloto automático, sumid@s en el ritmo acelerado del día a día y ni siquiera elegimos cómo va a ser ese día, sólo nos dejamos llevar. Es ahí cuando nos perdemos en el hacer y en el tener y no dejamos tiempo para el SER.
El liderazgo personal tiene que ver con la superación, el crecimiento y el desarrollo en todas las áreas de la vida, con objetivos y acciones claras para que esto ocurra. Desde aquí comienza el camino para ser un líder, desde adentro hacia afuera, lo primero es aprender a autoliderarnos, es la base para poder guiar, potenciar y gestionar equipos en las organizaciones.
Por eso, hoy es un buen día para preguntarte: ¿Eres tú quien Diriges tu vida? Si tienes dudas, ¿qué esperas?... ¡Ponte en acción y reescribe tu historia!